Sentarme a escuchar y observar el mundo de una manera diferente

Sentarme a escuchar y observar el mundo de una manera diferente

Todos hemos sido inspirados o guiados alguna vez, incluso llevados a elegir un camino que nunca pensamos seguir. De ahí parte la importancia de seleccionar a quienes escuchamos y permitimos que guíen nuestro rumbo.

Creo que llegó mi momento de decir que he tenido suerte, bastante diría yo. En mi vida he tenido la oportunidad de encontrar personas que me guiaron hacia un camino en el que yo nunca pensé estar.

Juan Sebastian Castillo / Estudiante

Hoy en concreto quiero hablar de alguien que se tomó un segundo de su ocupado día, para escuchar un pequeño fragmento de algo que yo pensaba, sentía y escribía. Recuerdo claramente cuando dijo: —No dejes de hacerlo, no desistas de algo en lo que eres bueno.

Pero como todo niño necio seguí mi camino, sin escuchar a quienes intentaron apoyarme. Sin importar eso y la fama de niño rebelde que me perseguía, me llevó a decir: lo intentaré una vez más.

Jenny Grillo, mi profesora, la persona que me impulsó a creer en mi talento. Por ella me paré más de una vez en una tarima. Decidí contar lo que sentía, decidí que cambiaría ese niño rebelde, por aquel que intenta escribir su historia.

Gracias a sus consejos le dije adiós a un camino que no merecía y forjé mi carácter sin darte cuenta. Decidí estudiar televisión y radio, porque me encontré a mí mismo en el arte de transmitir y opinar.

Ahora gracias a un pequeño escrito, me encuentro cursando la segunda carrera universitaria, esa que no puede ser más soñadora: ser Director de Cine. Espero algún día convertir en películas mis poemas y llevar grandes lecciones de vida a otros lugares del mundo.

Yo tomé la decisión de hacer lo mismo que mi profesora un día hizo por mí: sentarme a escuchar y observar el mundo de una manera diferente, para transmitir, a través del cine, que en tiempos de odio, existe la libertad de elegir un camino mejor.

CORAZÓN

Corazón demente, que entre mentes se pierde.

Corazón delincuente, que roba suspiros entre la gente.

Corazón vacilante, que se detiene a llorar en cualquier lugar.

Corazón que late, porque un día la innombrable muerte lo alcanzará.

Corazón que sonríe, pues un día alguien lo tomó en préstamo y lo devolvió marchito.

Corazón sin miedo, pues el mundo ya lo ha marcado.

Corazón valiente, pues ya se ha arriesgado.

Corazón que no pierde, pues este mundo ya lo ha abandonado.

¨NO IMPORTA EL CAMINO QUE ELIJAS, SI NO LO QUE HAGAS EN ÉL PARA SER FELIZ¨

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