La importancia de ser papá Enseña por Colombia

La importancia de ser papá Enseña por Colombia

La importancia de ser papá Enseña por Colombia

Mi hija Natalia, Alumni de la cohorte 2015, me ha hecho ser el papá más orgulloso, el educador más identificado y el directivo más comprometido con este sueño maravilloso que es Enseña por Colombia.

La importancia de ser papá Enseña por Colombia
Juan Carlos Acuña

El nombre de Enseña lo escuché cuando Natalia nos contó que su novio Julián se iba para el Urabá a trabajar con la organización, pensé, qué bueno, es una buena labor de un profesional comprometido.

Al año siguiente mi hija nos comunicó que quería participar en la convocatoria que se estaba realizando para ser Eco, le dije, olvidando que el bichito de ser educador de pronto se lo transmití, (llevo más de 25 años en el sector de la educación) “hija, pero si ya estás trabajando en una buena organización para qué te vas a trabajar a sitios tan apartados y olvidados”, también se me olvidó que mi hija es una soñadora, comprometida y persistente.

Recuerdo que cuando pasó al programa nos llevó una carta de una mamá de otro Eco, en donde nos contaba lo orgullosa que estaba de su hijo… desde ese momento Enseña por Colombia es también nuestro proyecto de familia, tanto que mi hija mayor Catalina, quien es médica-ginecóloga, con todo el cariño del mundo, atiende las consultas de los Ecos de Urabá por teléfono.

«…esos niños y jóvenes tienen el derecho superior de ser educados por los mejores, ustedes Ecos son los mejores.»

Natalia fue escogida y se nos fue para el Urabá, la referencia de esta región no era la mejor en temas de seguridad, pero lo que ignorábamos era que en esa región tan golpeada por la violencia había niños y jóvenes buscando una oportunidad de superación, buscando conocer el mundo a través de sus profesores, esos niños y jóvenes tienen el derecho superior de ser educados por los mejores, ustedes Ecos son los mejores.

Van a ser las personas que les abran el mundo, que les enseñen a defender sus derechos, van a ser sus mentores, sus consejeros, van a sufrir por sus problemas, por sus limitaciones, por sus sueños no realizados; pero también van a gozar con sus logros y por sus sueños alcanzados.

Muchas veces con Gloria mi esposa y Catalina, nos desvelábamos por Natalia, no es fácil entregar una hija con ideales a una región tan difícil, pero su decisión fue respetada y apoyada.

Enseñar no es una actividad fácil, pero es una vocación que nos permite crecer como personas y como agentes de cambio, el profesor es un accidente en el niño y en el joven porque marca, puede hacer daño o puede ser recordado para toda la vida.

Ecos dejen soñar a sus estudiantes, bríndenles espacios de creatividad, despiértenles la curiosidad, la atención y esto será fundamental para el aprendizaje.

Enseñar es la profesión más antigua y digna del mundo, se enseña en la casa, en el trabajo, con los amigos, porque siempre se está aprendiendo, por eso hoy se habla de educación para toda la vida.

Muchas veces nos esforzamos para que nuestros estudiantes aprendan matemáticas o inglés, pero nos olvidamos de que con nuestras acciones y sentimientos, estamos transmitiendo valores, esto es lo más importante, que ellos asuman el valor por la vida, por la diversidad, por el respecto al otro, para que ellos, nuestros estudiantes, trasmitan sus valores a sus familias y a sus amigos y ayuden a mejorar su entorno.


No es fácil, cuando nuestra sociedad se debate entre los antivalores, donde la picardía y la mala intención producen riqueza y poder, una sociedad de no cultura, donde lo fácil se privilegia, en donde el recurso para la educación se malgasta, una sociedad en donde la justicia ya no produce seguridad. Pero educar es multiplicar, educar es proyectar, educar es mejorar, educar es cultivar al niño, al joven y al hombre. Esa es su misión Ecos, no lo olviden.

Ustedes Ecos llevarán a estos niños y jóvenes al mundo de hoy, no es fácil, pero es posible, ustedes los llamados: Generación YoGeneración Peter Pan o los Millennialsdeben ser capaces con todas las limitaciones de integrarlos a los cambios mundiales; sus estudiantes hoy viven con pocas oportunidades, carecen muchas veces de lo esencial, pero su espíritu y su capacidad de soñar les permitirán surgir para ser hombres y mujeres útiles a la sociedad.

Con mi familia conocimos y aprendimos a querer a Urabá, región rica en gente y productos agrícolas, región que ha surgido a pesar de toda la violencia que ha padecido. Urabá es una región próspera, con muchas posibilidades de desarrollo, y no es fácil poder convivir con los problemas y las dificultades; pero, Ecos 2018, al igual que Natalia y Julián, la tenacidad y el amor harán que logren integrarse con su gente, lograrán sueños inimaginables y seguirán trabajando hombro a hombro con los Ecos de las próximas cohortes, también profesionales dispuestos a superar las dificultades.

Quien conoce Enseña, se enamora de ella, no es difícil, porque su propósito es: “encontrar una solución a los altos niveles de inequidad en Colombia. Su principal causa: la falta de oportunidades educativas para todos”. Gracias a la organización se les ha dado no una nueva, sino la única oportunidad a los niños y jóvenes de ser impactados por los Ecos en varios lugares del país.

Aliados, sigan apoyando a Enseña, ayúdenos a encontrar personas e instituciones que tengan la misma visión, proyección y compartan este sueño, gracias, ustedes son muy importantes.

Por esta labor hace poco tiempo fue reconocida Enseña por Colombia con el Premio Mejores Líderes 2017, de la Revista Semana, Telefónica y la Fundación Liderazgo y Democracia. Lo recibimos con mucha alegría, digo lo recibimos, porque como papás de Ecos y Alumni, somos partícipes de este galardón. Aquí debo reconocer a los Aliados, empresas e instituciones educativas con un alto grado de responsabilidad social, sin ellos la organización no habría podido impactar a tantos jóvenes y niños. Aliados, sigan apoyando a Enseña, ayúdenos a encontrar personas e instituciones que tengan la misma visión, proyección y compartan este sueño, gracias, ustedes son muy importantes.

Cuando llevé Enseña a mi Universidad, la UNAB, congregué a varios funcionarios, entre ellos nuestro Rector, Alberto Montoya Puyana, quien desde ese momento no ha dudado en apoyarla y hoy les envía un gran saludo y abrazo a todos ustedes.

Bienvenida cohorte 2018, son 92 nuevos Ecos, ustedes inician un nuevo camino, el compromiso, el esfuerzo y la tenacidad serán sus armas en contra de la indiferencia y la falta de oportunidades. A sus padres, fortaleza y apoyo incondicional, a Enseña, mucho acompañamiento y ayuda, y a los niños y jóvenes que ustedes impactarán, les envío un saludo de esperanza y mucho ánimo.

Gracias nuevamente, hoy soy el papá más orgulloso del mundo.

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