La experiencia de enseñar en modelo flexible

Soy Cristian Montoya, Eco de primer año de Enseña por Colombia y de un tiempo para acá, mis lunes son diferentes, me levanto temprano, cojo un chivero a las 7:00 am, y me dispongo a llegar a una nueva vereda, a un nuevo mundo, a una realidad rural que se abre de puertas y me enseña cantidad de cosas. En el mes voy a cuatro veredas diferentes en contextos rurales del municipio de Carepa. Visito la vereda La Provincia, La Florida, Belencito y La Cristalina. Enseño en modelo flexible, doy clases de Sociales y Ética a todos los cursos de bachillerato, es decir de 6° a 11°, y Filosofía a los grados 10° y 11°.

«…en él habita la compasión y la solidaridad de tantas, pero de tantas personas que se encuentran acá»

Hoy llegue a la Vereda La Florida, después de cruzar un río que me alcanzaba los tobillos y de subir trochas y montañas empinadas donde la fuerza del calor hacia de las suyas. Yo subía con 2 equipajes, en uno llevaba ropa limpia, elementos de aseo y alimentación para la semana. Y en mi otro equipaje llevaba unos libros, computador y material didáctico para trabajar con los chicos. Camilo, un estudiante de 12 años, bajó desde su casa, hasta el sector Caracolí por mí. Y desde que me vio en semejante encarte me ofreció su ayuda con un equipaje, aún sabiendo que también llevaba el suyo con algunos cuadernos, y la carga se hacía más pesada para caminar por cerca de 1 hora y 30 minutos que nos esperaban. Cuando por fin llegué supe porqué Camilo se ofreció a ayudarme, porque en él habita la compasión y la solidaridad de tantas, pero de tantas personas que se encuentran acá, y que él fielmente representa.

Ha sido una gran experiencia, lo que me da fuerza es el deseo de ver de nuevo a mis chicos, y poder entregar lo mejor que pueda para su bienestar y su calidad de Vida, las historias de cada estudiante, de sus familias. Es una oportunidad que he tenido para aprender y fortalecerme en aspectos como la solidaridad, la humildad, el compromiso y permitirme contemplar lo simple y etéreo de la vida, lo que, desde acá, es inevitable de hacer.