Colombia y la educación de calidad

El informe Pisa ha sido valioso para recordarnos la gran importancia que tiene la educación de calidad para el desarrollo del país y la disminución de la inequidad.

La reciente presentación del informe patrocinado por la Fundación Compartir, titulado ‘Tras la excelencia docente’, y preparado por la Universidad de los Andes, a través de sus profesores Sandra García Jaramillo, Guillermo Perry Rubio y Catherine Rodríguez Orgales; la Universidad del Rosario, a través de su profesor Darío Maldonado Carrizosa, y la Rand Corporation, a través de su investigador Juan Esteban Saavedra Calvo, ha sido pertinente y oportuna.

El diagnóstico del análisis es claro: solo se logra educación de calidad si se cuenta, como elemento fundamental, con buenos maestros. Se requiere adelantar acciones eficaces que incluyan planes de Estado, no de Gobierno, a largo plazo, con objetivos claros, indicadores de desempeño y evaluaciones periódicas. También se necesitan importantes y eficaces inversiones, y el compromiso y la participación integral de la sociedad.

Como anotaba el presidente Santos en su intervención en la presentación del informe, la “calidad de la educación básica y media” deben convertirse en “una obsesión”, pues apoyadas en la enseñanza preescolar, constituyen los primeros peldaños de la escalera de la educación. El Presidente planteó dos metas muy ambiciosas: lograr que en el 2025 Colombia sea el país más educado de América Latina y que, por lo menos, una universidad colombiana esté entra las 100 mejores del mundo.

Los estudios resaltan la necesidad de atraer a buenos estudiantes a la digna profesión de maestro, ofrecerles una formación académica de alto nivel, mejorar notablemente las condiciones de remuneración para que tengan niveles de vida adecuados y evaluarlos periódicamente para mejorar su desempeño.

En estas condiciones tendrán el reconocimiento que merecen de la sociedad y seguramente harán de la docencia su programa de vida.

Un plan muy valioso que busca estos objetivos y está en su etapa inicial es Enseña por Colombia, que sigue exitosas experiencias de otros países.

Se ha señalado también el relevante papel que juega la educación preescolar, cuando las mentes de los niños son particularmente permeables al conocimiento.

El programa de Gobierno De Cero a Siempre resalta acertadamente la relevancia de la iniciación temprana de la educación.

El continuo fortalecimiento de este programa, que cubre ya un millón de niños, contribuiría notablemente a estructurar mejor este peldaño, hoy muy débil, en el cual diversos estudios han indicado que las inversiones realizadas arrojan los mejores dividendos.

Se han logrado notorios progresos en la cobertura de la educación en los últimos años; sin embargo, es fundamental mejorar la calidad, pues es heterogénea y deficiente.

Hay grandes brechas entre la educación rural y la urbana. Se requieren, como lo resalta el estudio, cuantiosas y eficaces inversiones, y el concurso decidido de la sociedad. La tarea señalada por el presidente Santos es retadora y todos los colombianos debemos prestar nuestro concurso para que sea exitosa. Solo así podremos disminuir las grandes brechas que aún subsisten en nuestra sociedad.

Carlos Angulo G.

Exrector de la U. de los Andes

Tomado de www.portafolio.co

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